La instalación del nuevo consejo, de suyo no significa mayor cosa, no se toca el problema de fondo, es que el sistema nacional ambiental no ha tenido una concepción clara y en consecuencia, su estructura no se corresponde. En Colombia hay tantas instancias en lo ambiental y no se diga cuantas normas que a la postre ninguna responde a las necesidades de un país PROCLIVE a los desastres ambientales por sus condiciones naturales y por la perversa intervención del ser humano empeñado diabólicamente en destruirla para el beneficio mediato de cualquier malévolo que le provoque hacerlo. Y ¿Quién pone el dedo en la llaga? Nadie. Como van las cosas, asi seguirá, pues poner notables en estructuras organizacionales viciadas, no produce ningún resultado, por bien intencionado que él sea.
Detrás de esto: ¡POBRE VALLE DEL CAUCA!. ¡Cómo le mienten! El poder de CVC se traslada de unos particulares crueles al centralismo bogotano. Es el gobierno nacional el que va a tomar las decisiones que los vallecaucanos requerimos. ¡Vaya tristeza! Y tremendo ATREVIDO reconocimiento de incapacidad en la comarca, ultraje por el que nadie dice nada. Como juegan con mi valle del cauca.
Hace pocos días con bombos y platillos se instalaba un acuerdo de región pacífico que porque ahora si habrá regiones. Y lo advertimos que no hay tal.
El presidente Uribe se gozó por 8 años a EMCALI. Nos la quitó. Politiqueó con ella. La manejó a su antojo desde Bogotá y aún no nos la entregan. Los malos manejos los pagamos los usuarios, no el gobierno nacional, ni quienes se robaron a Emcali. Y ahí va, enraizada en las frías decisiones de la macrocefalia de Santa fe de Bogotá. Y nadie se apresta a decir algo de impacto sobre el tema que mueva la comunidad.
Ahora el presidente Santos encuentra la fruta partida, porque fruta partida es fruta comida, se lleva la CVC, puesto que su patrimonio es de un atractivo enorme, sumado a EMCALI (que no lo entregará en su gobierno de 4, de 8 o de no sé cuántos años) y para no alargar tanto el cuento queda convertido el valle del cauca en un lote sin valor, el solar de Bogotá, la trastienda, sin autonomía sin beneficio de la orden constitucional en materia de descentralización y sin recursos ni posibilidades de generar su propio desarrollo. Porqué con todo esto nos están diciendo y demostrando el valor que tenemos para la dirigencia nacional conformada inclusive por vallecaucano, que lo dejaron de ser porque ya no lo defienden ni por asomo. Fundidos en los intereses particulares y el valle olvidado a su suerte.
No señor, el sistema nacional ambiental requiere de una reconceptualización profunda, óigase bien, todo el sistema, para que engrane, se aceite y funcione. Todo el sistema que incluye a la totalidad de las instituciones aforadas para desarrollar actividades correspondientes al ambiente. Una reestructuración total con ajustes constitucionales inclusive y que se entronque inicialmente en la transformación de las corporaciones, incluida Cormagdalena que es del resorte directo de presidencia y que es la que menos funciona y con un presupuesto enorme. Pero además es un trabajo profundo de concepción cultural hacia el cuidado del ambiente por la vida.
Tan sólo cambiar el consejo de CVC?, Cambiar funcionarios? Abrir investigaciones? Claro, debe hacerse, pero no es suficiente, ni siquiera lo esencial. El sistema nacional ambiental debe cambiar para que además incorpore sanciones de una severidad equivalente a las aplicadas por quitar la vida, violar, a la de las faltas más graves en éste país. Y saben por qué? Porque acabar con el medio ambiente, es acabar con la vida.
DIGO LO QUE QUIERO, PORQUE PIENSO LO QUE DIGO